lunes, 8 de diciembre de 2008

"Superfumados" ¡Que alguien me saque de esta sala!

Mira que yo no soy de los que odian el cine americano. Tampoco el español, no se me juzgue antes de tiempo. Soy de los que no hacen ascos a un buen filme únicamente al mirar su nacionalidad, pero de una cosa llevo un tiempo seguro: los estadounidenses descubrieron la fórmula secreta del cine de humor taquillero en 1988 con Agárralo como puedas. Y como si del secreto de la Coca-Cola se tratase, 20 años después siguen haciendo el mismo estilo de películas, a pesar de ser una fórmula bastante dishipada.


Precisamente era esto lo que yo quería explicar a mis compañeros de butaca antes de perder 6 euros en un cine de segunda y no sólo eso, sino perder una de las últimas noches en que ha hecho buen tiempo en Madrid, pero cuando quisieron escucharme ya era demasiado tarde.


Pongámonos serios: Un cartel de película en el que aparecen tres tipos con ametralladoras y una nube de humo a modo de ambiente psicotrópico ya da que pensar. Si a todo eso sumamos el título, acaba echando para atrás, teniendo en cuenta que es la traducción que se le ha ocurrido a alguien acerca del título original, Pinneaple Express (¿?). A pesar de todos estos inconvenientes señalados, mis incautos amigos esperaban encontrarse una obra maestra del humor a la altura de los Monty Pytons como poco. Democrático desde que tengo uso de razón, al final di mi brazo a torcer ante la votación por mayoría y al argumento infalible:
¿Tú la has visto? Entonces ¿por qué dices que es una mierda?



Tal vez la clave de la película consiste en hacer caso a a Dale, el protagonista, cuando desde su coche, llama a un programa de opinión de la radio argumentando que deberían legalizar la marihuana, ya que gracias a ella, las comedias baratas son mejores. Nunca escuché un argumento más acertado y cargando contra el cine de humor insulso, pese a estar cargando también contra su propia película. Pero claro, estas recomendaciones se hacen antes de la película, a modo de advertencia. Ya no había manera de salir de aquel embrollo.


Los gags cómicos de humor zafio y previsible se fueron incrementando a medida que avanzaba la película, cuando aparece en escena el camello de Dale. El argumento en sí no merece la pena contarlo por si a alguien le pica el gusanillo de ir a verla, pero las dosis de eternas conversaciones, colegueo y paranoias infundadas por la marihuana se alargaron durante casi dos horas.


Los puntos fuertes de la película se supone que están en las persecuciones policiales a las que se ven sometidos, cuando intentan vender droga a menores o cuando se pegan la gran fumada perdidos en un bosque. Ingenio, lo que se dice ingenio, no desprendía muchos destellos, pero hubo mucha gente que se partió la caja agarrada a la butaca. Tal vez es esa masa aplastante consumidora de películas de rápida digestión como la comida de Burger King, la que hace que el género se quede estancado en la industria y los directores no se esfuercen en rescatar un género que, todo hay que decirlo, no se encuentra ni de lejos en su época dorada.


A la salida del cine se escucharon todo tipo de comentarios, a cual más crítico con la que se suponía que era la comedia del año. La voz de la conciencia les hizo recapacitar a esas criaturas que me acompañaban esa noche y que en los mejores momentos llamo amigos: La película fue tal y como yo predije. Eso sí, no hubo discrepancias a la hora de elegir el bar donde ir después a tomarnos las copas. Esta vez se impuso mi criterio, el de la minoría silenciosa que a veces es escuchada en medio de la masa.


Trailer de la película (2:30)

viernes, 21 de noviembre de 2008

Adentrándonos en territorio peligroso



Antonio Salas y Roberto Saviano. Periodistas e investigadores. Español el primero e italiano el segundo. A día de hoy no se conocen personalmente, pero sus vidas han tomado la misma senda: la de la huida por haber tirado de la manta y descubrir cómo transcurre la vida de los mafiosos y violentos, sean la Camorra italiana o los ultraderechistas Ultras-Sur. Sus trabajos de investigación han obtenido el reconocimiento masivo de la sociedad, pero ¿Han conseguido algo más? La respuesta es no. Estos grupos seguirán actuando impunemente mientras los estratos más altos del poder y la justicia les sigan teniendo protegidos e ignoren sus fechorías.
Sin embargo, Antonio y Roberto no están solos. Jacobo Rispa y Matteo Garrone, jóvenes directores de cine ambos, han hecho caso omiso a las amenazas de muerte que han recibido los periodistas desde que se dieron a conocer sus respectivas obras y se han sumado a la causa de conmocionar a la sociedad -aún más si cabe- y denunciar la inmunidad que tienen estos grupos que campan a sus anchas por las principales ciudades de España e Italia, asesinando a quien se ponga enmedio si lo consideran necesario.
Jacobo se encargó de llevar a la gran pantalla este libro basándose en las fuentes que aparecen en el documental del mismo nombre, emitido por Telecinco en 2005 (1ª parte del documental, 6:35) y en el cual se puede ver una gran selección de escenas tomadas con cámara oculta filmadas por el propio Antonio Salas. Es el auténtico punto de vista de quien ha logrado infiltrarse sin levantar sospechas en un grupo de la derecha más extrema. Parapetado tras una falsa identidad, construyó un personaje lo suficientemente convincente como para ganarse la confianza de sus iguales y vivir desde dentro la terrible realidad de los cabezas rapadas. Contaba cada día que salía de "cacería" con sus "camaradas" como si fuera el último. Un mínimo error y en esa jornada podía darse por terminado el documental y su vida.
La causa de este estudio en profundidad fue la muerte de su compañero de trabajo y hermano de su novia a manos de unos skins cuando estaban realizando un reportaje. Movido por la sed de justicia, Antonio se infiltró en el grupo mediante un chat haciéndose llamar TIGER88, sin levantar ninguna sospecha durante un año, con el objetivo de descubrir qué miembro de esta banda fue el asesino de su amigo fallecido.
Lo de Antonio salas fue un acto de valor como pocos se recuerdan. Pero esta historia no es ficticia, es real, por lo que no exige un guión con final feliz. Cuando finalmente consigue llegar a Martín Solano, uno de los principales ideólogos y llamado a ser el nuevo führer, no cuenta con que muchos neonazis no llevan las cabezas rapadas y que ocupan puestos de responsabilidad en nuestra sociedad,incluso en la policía. Y cuando los que protegen de los malos acaban protegiendo a los malos, las reglas del juego cambian radicalmente en ese momento y no hay nada que hacer... salvo recoger las pertenencias y salir huyendo.

Trailer de Diario de un Skin (1:13)

Por su parte, Roberto Saviano anduvo por otros territorios y se codeó con gente que a simple vista pueden parecer normales, pero que cuentan con una notable sutileza a la hora de llevar a cabo la vendetta si una persona les falla. Porque, al igual que en Ultras Sur, la mafia forja dentro de sí tres términos: Poder, odio y sangre. Éstos son los “valores” a los que tienen que enfrentarse cada día los habitantes de las provincias de Nápoles y Caserta. Casi nunca se puede elegir, casi siempre se está obligado a obedecer las reglas del Sistema, la Camorra, y sólo los más afortunados pueden pensar en llevar una vida “normal”.
A diferencia de Diario de un skin, aquí son cinco las historias que se entrecruzan en este paisaje violento; un mundo despiadado, aparentemente alejado de la realidad, pero bien enraizado en esa tierra. Es una película que retrata sin paliativos el horror del crimen organizado. El planteamiento, valiente, es el de una completa desmitificación de la cuestión, desengañar al espectador acerca de los tratamientos románticos y elegantes de cierto cine estadounidense. Aquí no hay espacio para la fascinación, porque lo que nos quiere mostrar Matteo es la rutina mafiosa, donde brilla lo moral por su ausencia: negocios corruptos para llenarse los bolsillos, utilización de las personas para fines horribles, degradación de la sexualidad, negación del valor de la vida, sometimiento de las personas, incluidos casi niños, condenadas a ser parias si no aceptan determinadas reglas del juego...
Producción real como la vida misma a modo de documental, el autor abraza al espectador y le enseña las evoluciones de los distintos personajes, dentro de una sociedad anclada en las últimas décadas del siglo XX donde impera el miedo y la hipocresía. Paralela a la odisea de Antonio por las calles de Madrid, se muestra una trama que nadie parece tener interés en desmontar, en parte por los miles de millones de euros que mueve, incluso dentro de negocios legales. En medio del terrible, desolador panorama que se nos muestra, Garrone incluye personajes que se rebelan ante el estado de cosas; héroes anónimos que no conseguirán el fin de la Camorra, pero al menos suponen la constatación de que para la gente de a pie hay una forma correcta de hacer las cosas, aunque suponga ganar menos dinero, quedar fuera de juego.

Trailer de Gomorra (2:24)

Diario de un skin y Gomorra. Dos reflejos de la sociedad que no se observa a simple vista, pero con la cual convivimos diariamente. Dos hombres y un sólo destino: la huida de la injusticia. La lucha por sus vidas.

martes, 11 de noviembre de 2008

María Isbert, académica de honor en homenaje a su larga carrera

María Isbert recogió el galardón que le reconoce como académica de honor tras ocho décadas de interpretación y más de 250 películas en su currículum. La actriz, de 91 años, recogió el premio durante un multitudinario acto en homenaje de la Academia del Cine con lágrimas de emoción y lo dedicó a la familia que ha formado en los escenarios: "Os quiero a todos, no puedo decir más".


La Academia de Cine ha querido que las ocho décadas que lleva sobre los escenarios María Isbert no caigan en el olvido, nombrándola Académica de Honor. Durante un multitudinario acto en homenaje en la sede de la Academia, la actriz de 91 años derrochó simpatía y buen humor durante toda la gala y agradeció a su familia del cine esta distinción.


Entre los compañeros que asistieron al acto se encontraban Manuel Alexandre, Alvaro de Luna, Tito Valverde, Pepe Sancho, Silvia Tortosa y Emma Ozores. En el mismo se proyectó un vídeo realizado por los hijos de la actriz en el que se hacía un repaso a su trayectoria profesional.


Con más de 250 películas a sus espaldas, ha dado vida delante de la cámara a solteronas, chachas o en el rol de extranjera, y casi siempre en papeles cómicos, demostrando la chispa del talento en sus interpretaciones. '¡Cómo está el servicio!', 'La tonta del bote', 'Operación Mata-Hari', 'Hay que educar a papá', 'Una chica casi decente', 'La guerra de papá' o 'El bosque animado' son sólo una pequeña muestra de la amplia filmografía de esta actriz, que también ha trabajado en proyectos como 'Amanece, que no es poco', 'La gran aventura de Mortadelo y Filemón', 'Semen, una historia de amor' o, la última en 2005, 'Envejece conmigo'.

Isbert, que recogió de manos de la presidenta de la Academia, Angeles González-Sinde, la placa honorífica, gritó un "¡Viva España!", reconociendo que el teatro siempre le ha hecho feliz. "Ahora ya soy muy vieja y lo sigo echando de menos", afirmó. "Lo leo y me aplaudo", bromeó una mujer que dijo estar viviendo de nuevo otra vez su vida, "pero de memoria".

martes, 4 de noviembre de 2008

Marcos Jorge sale triunfante de la Seminci con cuatro premios bajo el brazo

El director novel brasileño Marcos Jorge ha conseguido alzarse con los cuatro premios principales con su ópera prima Estómago en la LIII Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci). Entre ellos la Espiga de Oro por decisión unánime del jurado internacional. Carmen Maura, por su parte, se lleva la Espiga de Honor.



El jurado de la 53 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) repartió en la jornada de clausura los galardones de la edición clausurada ayer en unos pocos títulos. Los premios recayeron fundamentalmente en cuatro películas de las veinte que aspiraban a la Espiga de Oro. La gran vencedora «Estómago», del director novel brasileño Marcos Jorge, que se hizo con la Espiga de Oro a la mejor película, así como con los galardones al mejor nuevo director; al mejor actor por el trabajo de Joâo Miguel, y de la Juventud.


El filme convierte la comida en el salvoconducto de un buscavidas, que por arte de birli birloque descubre sus cualidades entre fogones. Se sirve de ellas para salir de la miseria, triunfar entre el sector femenino e, incluso, blindarse en momentos de crisis. Marcos Jorge construye paso a paso un filme a modo de comedia de humor negro, narrando en dos tiempos simultáneos el ascenso a la gran cocina y descenso al hornillo de la prisión del protagonista. El director logra condimentar diversos elementos narrativos y estéticos ofreciendo un menú en su punto.


Marcos Jorge, formado en Italia como realizador de documentales y spots publicitarios, ha logrado alzarse también con el Premio Pilar Miró, destinado al mejor nuevo director, otorgado por el Consejo Local de la Juventud de Valladolid "por su tratamiento irónico de la realidad" y su originalidad argumental.




Por su parte, Carmen Maura ha sido la única protagonista en la ceremonia de clausura al recoger la Espiga de Honor del festival en homenaje a su larga y fructífera carrera en el mundo de la interpretación. La actriz dedicó el citado galardón a los periodistas, representados por un grupo de redactores con los que ha compartido un encuentro informativo. La Espiga de Honor fue entregada por los actores Juanjo Puigcorbé y Leticia Brédice.

Carmen Maura se ha envuelto en halagos a la Seminci que, en sus palabras, es un festival "súper respetable" y "muy necesario" que ha ido "de mejor a mejor" a lo largo de su trayectoria en medio de una gran ovación por parte del público asistente a la gala. Ha reconocido que todos los premios acumulados durante su trayectoria cinematográfica han supuesto "una sorpresa, un regalo" y también la posibilidad de que "no me haya vuelto loca en mi vida privada".

lunes, 3 de noviembre de 2008

No apagues la luz, por favor

En los tiempos que corren, en que nos anexionamos a la cultura comercial norteamericana y la tomamos como propia, la noche de Halloween se celebra cada vez con más fervor en la calles y bares de la ciudad. Hay que tomárselo ante todo como lo que es, una noche para pasarlo bien... y pasar algo de miedo también, pues no viene nada mal al cuerpo descargar un poco de adrenalina.
Si no tienes planes y prefieres quedarte en casa, te propongo un Top Ten de películas para ver en esta noche tan mágica y terrorífica. Eso sí, ni se te ocurra bajar solo al sótano.



10. Viernes 13: Nombre de la saga de uno de los malos malísimos más famosos de los años 80. Reflejo surrealista del niño feo, blanco de las risas de los muchachos de su alrededor. Tras su muerte, decide vengarse de todos ellos y, de paso, de todas aquellas parejas que quieran brindarse una noche de placer en Crystal Lake. Sin venir a cuento, simplemente porque tenía un mal día.




9. Pesadilla en Elm Street: A pesar de ser cuatro años más joven que Jason, Freddy Krueger tal vez posea el trono de ser el personaje más abominable de la década de los 80. Como el Coco le hacía la competencia con los niños que no dormían, Freddy decidió ser más puñetero y hacer la vida imposible a todo aquel que tuviese la decencia de echarse una cabezadita. La primera película fue un exitazo sin parangón, luego fue perdiendo su terror característico y popularidad a medida que avanzaban los títulos... hasta que le midieron en combate con el mismísimo Jason, pasando a engrosar la lista de remakes freaks y patéticos de la historia del celuloide.



8. The ring (la señal): Posiblemente el origen de todas las malditas cadenas que recibimos por e-mail del tipo "Envíalo a 500 personas en los próximos 3 minutos o morirás de la manera más lenta y dolorosa posible". Remake del filme original de Suzuki (el director, no el de las motos), es un largometraje que te mete el miedo en el cuerpo poco a poco y acaba venciendo por puntos, no por KO. Una cinta que trae consigo una advertencia, pero esa advertencia va despertando poco a poco nuestro interés, lejos de alejarnos del peligro. Por que el ser humano es así de estúpido por naturaleza, es como cuando de pequeño te dicen "Cuidado, no vayas a meter los dedos en el enchufe".



7. Poltergeist: Trilogía bastante buena en conjunto, aunque las segundas partes nunca fueran buenas, y ésta no se salva de la criba. Con la tercera parte interpretada por otra niña, el asunto ya perdió la seriedad que requería. Lo que pone de los nervios no es la película en sí, sino la leyenda negra de la muerte de hasta cuatro actores al poco de rodar la película. Para explicar tales sucesos se dijo que la película había sido rodada sobre un cementerio indio sagrado, lo que había provocado la ira de los espíritus ¿Alguien se cree esto?



6. Psicosis: Sacamos del baúl de los recuerdos la obra maestra de Alfred Hitchcock porque, a pesar de tener casi medio siglo, sigue poniendo los pelos de punta como la primera vez y es de las preferidas por los amantes del cine de terror de varias generaciones. El problema es cuando ese fanatismo es llevado al extremo y te da por poner en tu baño la cortina con la silueta de Norman bates con el cuchillo en mano. Eso ya resulta demasiado freaky, amigo.





5. La matanza de Texas: Con lo bonito que es el estado de Texas, los paisajes que presenta la película y la cantidad de tías y tíos buenos que hay en el reparto, menos mal que al director no se le ocurrió hacer la típica película de adolescentes enamorados o una segunda parte de Sensación de Vivir. A pesar de lo sangrienta que resulta, la película tiene moraleja: no entres en la casa de un desconocido. No porque te puedan matar, sino porque eso es allanamiento de morada y te puede caer un paquete bastante serio.



4. [REC ·]: Algo de producción nacional no viene mal para demostrar que aquí también sabemos hacer temblar de miedo. El papel de Ángela Vidal es para muchos el fiel reflejo del periodista gonzo llevado a tal extremo que se perfila entre la vida y la muerte; una heroína del nuevo periodismo. A su lado, los de Callejeros se quedan en meros aprendices de reportero. Y qué decir de esa frase que va a pasar a los anales del cine español: "Pablo, grábalo todo... por tu puta madre".




3. El resplandor: Para mí es una razón de peso por la que no volveré a dormir en un hotel de carretera, alejado de todo rastro de civilización. Miedo en el cuerpo es poco para describir lo que se siente al ver a Jack Nicholson cambiar por completo de personalidad hasta convertirse en uno de los psicópatas más famosos del cine. El pobre es normal que se vuelva tan desquiciado al estar en un hotel incomunicado por la nieve, con una mujer que pondría de los nervios hasta el mismísimo Dalai Lama (y que, para hacerla más odiosa, la dobla de pena ni más ni menos que Verónica Forqué) y un hijo que debería apuntar el messenger de Mulder y Scully por si podrían echarle una mano. La escena de Jack destrozando la puerta con un hacha no se te irá de la cabeza.



2. El silencio de los corderos: Sin lugar a dudas, el thriller por excelencia de los años 90. Sin necesidad de meter un monstruo espeluznante, ha sabido aterrar desde los pequeños más intrépidos que se han atrevido a verla hasta los hombres de pelo en pecho. Seguramente el papel más difícil y brillante que haya interpretado Anthony Hopkins. Una película para no perderse, premiada con cuatro Oscar, aunque eso no sea un garante de la calidad de la misma.




1. El exorcista: La cumbre del miedo. Y el que diga lo contrario, es que no la ha visto. El personaje de Regan Mc Neil sufre un trastorno tan grande que pasa de la noche a la mañana de ser la hija que todos los padres quisieran tener a ser la bendición del demonio aparte de un reclamo para que los ateos crean en lo que dicen los curitas, creando de la habitación un segundo plató de Cuarto Milenio. Un servidor todavía sufre taquicardias al recordar a ese ser repelente dándole vueltas la cabeza. Gracias, William Friedkin, por haber nacido. Sin ti nos hubiéramos perdido posiblemente la mejor película de terror de la historia. Feliz noche de Halloween.







martes, 21 de octubre de 2008

Cine en el Más Allá



No sólo de supremas y empanadillas vive Móstoles. Arranca la IV edición del Festival Internacional de Cine Madrid Móstoles con el claro objetivo de contribuir a fomentar el respeto a la diversidad por medio del cine. Sin el glamour, el faranduleo o el presupuesto de otros festivales hermanos como San Sebastián o Sitges, los mostoleños y visitantes pueden disfrutar de una selección de películas internacionales de procedencia bastante diversa (países de la talla de Polonia, Reino Unido, China o Rumanía, entre otras) para acercar al público cine de calidad que, por norma general, no podemos encontrar en las pantallas comerciales.

Junto a los espectáculos musicales de inauguración y clausura - a mano de Innocence y David Civera - se exhibirán un total de veinte películas. Diez de ellas competirán dentro de la Sección Oficial, con opción a conseguir alguno de los premios del festival, “mejor película”, “mejor actor”, “mejor actriz”.




Estos premios serán otorgados por un jurado compuesto por rostros conocidos del celuloide como Fernando Ramallo, Carlos Castel, Lia Chapman, Macarena Gómez y Raúl Arévalo, así como el profesor de la Universidad Rey Juan Carlos Rafael Linares. El festival también contará con el “premio especial del público”, otorgado por los votos de los asistentes a cada una de las sesiones del festival.

El resto de los filmes son presentados en los ciclos Pantalla Fantástica - que abarca los films de ciencia ficción - y Pantalla Latina - dedicado a las producciones de origen latinoamericano -. Como novedad de esta edición se presentarán tres ciclos: 'Pantalla Infantil', con producciones de animación y ficción; 'Pantalla del Mundo', que engloba cintas sobre realidades sociales, y 'Pantalla del Bicentenario', donde se presentará una selección de tres películas que forman parte de la celebración del Bicentenario de la Batalla del 2 de Mayo, donde la villa de Móstoles jugó un papel muy importante. Se trata de los títulos Los fantasmas de Goya, de Milos Forman, Orgullo y pasión, de Stanley Kramer y Goya en Burdeos, de Carlos Saura.
El festival se presenta como una alternativa de ocio para ver cine de calidad y conocer un poco más la ciudad de Móstoles.